La última vuelta

Estas entradas están muy centradas en el examen, quizás porque todavía estoy en fase de estrés postraumático, o porque estoy intentando reconectar con mi espíritu opositoril de los primeros meses de cualquier manera posible. El caso es que el cuerpo me pide hablar de esto, de las sensaciones pre y post examen, por si pueden ayudar a alguien que se encuentre en ese momento tan extraño y único en la vida, porque es así, solamente quien ha pasado por ello entiende esa absoluta desconexión de la realidad que se vive en los días previos al oral, como si nada fuese contigo, como si estuvieses viviendo una película.

Una de las cosas que más me agobiaron las semanas previas al oral (y especialmente teniendo en cuenta que me tocaba relativamente pronto) fue cómo organizar la última vuelta. Al principio no quieres pensar mucho en ella, pero inevitablemente te sorprendes haciendo cuentas en cualquier momento del día. Te acuerdas de aquellos tiempos en los que hablar de dar la última vuelta en 3 semanas era casi un conjuro de hechiceros expertos, y ahora piensas que cómo vas a dejar la última en 3 semanas, que así no los recuperas ni de coña, y te planeas un atracón de temas del que no sabes si podrás salir entera.

De todas formas, antes de continuar con esta entrada me gustaría aclarar que cualquier número de temas en última vuelta es correcto, siempre que sea tú número de temas ideal, el que a ti como opositor te funciona. Si alguien te dice que deja la última vuelta en 5 días y tú no puedes bajarla de 15 sin abandonar el mínimo de calidad que se exige, entonces hazla en 15. La gente aprueba con vueltas de 15 días. Yo hice la última en una semana y suspendí. No hay fórmulas mágicas, nada te asegura el aprobado, pero sí es cierto que los temas, cuanto más cerca, más frescos, así que hay que darlo todo esos últimos días para intentar llegar a ese punto de equilibrio que conjugue "tema frescp + tema con calidad".

En esa última vuelta habrá temas que se queden colgados. Eso es así, le pasa a todo el mundo, aunque nadie te lo cuente. Son cosas que se confiesan los opositores prácticamente en la penumbra, como si fuese un pecado, pero son reales. Poca gente cumple a rajatabla ese último planning del infierno. Lo más normal es no cumplirlo, porque es inhumano, porque no comprende ni el más mínimo contratiempo, porque se basa en la alineación de los astros y como se te caiga un café y tardes media hora en limpiar el estropicio ya te dejarás 1 tema fuera.

En este punto es en el que yo fallé: la confianza. Aunque el planning del demonio no se pueda cumplir al dedillo, aunque te queden temas colgando, debes confiar, porque esos temas que "no llevas" por supuesto que los llevas, porque la anterior vuelta la acabaste... la semana pasada! Son temas que viste hace 10 días, 15 a lo sumo, cómo no vas a recordarlos? Obviamente hay que ser lo suficientemente hábiles como para que esos temas que se "descuelguen" ante nuestros ojos de drama sean aquellos que mejor llevamos, los temas "fáciles". Si se te descuelga el 1 de civil, a que podrías cantarlo? Si se te descuelga el 40 de penal, seguramente no, o por lo menos no en un sistema de vueltas, entonces, ten eso en cuenta. Deja un día en blanco para los descuelgues, pero si no puedes dejarlo, si ya es imposible, entonces simplemente confía. No es tiempo de lamentarse por la mala organización (que no fue mala, ni de broma, sólo que nos pedimos unos niveles de "cuadriculismo" que son completamente incompatibles con la vida real, con sus imprevistos y sus aviones retrasados 2 horas o sus cosas del día a día).

La última vuelta es una locura, es un sprint, pero no puedes pretender en ella suplir lo que no has hecho en los años anteriores. Hace tiempo escuché a un preparador decir que cada tema que no llevamos bien a un cante, esos temas que se nos atascan toda la oposición, pueden fastidiarnos una convocatoria (como me pasó a mí este año). Qué lástima que las lecciones sólo las aprendamos cuando las sufrimos en la propia piel... Porque ese tema que deberías repasar en 30 minutos no puedes bajarlo de 2 horas y entonces te das cuenta de que no tienes dos horas. ¿Qué hacer? Hay quien lo abandona, hay quien invierte las dos horas... Ninguna solución es buena. Pero ya no puedes hacer nada, así que sé pragmático, no te castigues por algo que en este momento no puedes arreglar y simplemente sigue nadando. Decidas dejarlo de lado, leerlo y tener una idea básica o chaparlo a muerte, será una buena decisión, porque en este momento todo lo que hagas estará bien hecho.

Es el momento de confiar. De estudiar, claro que sí, pero sobre todo de confiar. Mi querido novio (aka Sr. Paciencio) me repetía mil veces "a estas alturas no es tanto lo que estudies sino el trabajo mental, tienes que creer". Y yo le decía que sí que sí, sin hacerle mucho caso mientras me metía otras 15 horas de estudio efectivo entre pecho y espalda.

Así que no me harás caso, pero si estás a tiempo, párate 5 minutos y repítete que puedes, claro que puedes, has sobrevivido a la última vuelta, has pasado el maldito infierno de los meses pre oral y lo has resistido estoicamente sin tirarte por la ventana ni acabar en un psiquiátrico, así que podrás con el último empujón. Que la última vuelta no te derrumbe, recuerda que aún queda lo importante que es defender tu examen y demostrarle a todos que deben aprobarte.

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